El dolor neuropático (DN), según la última definición publicada por Treede y col. en 20081 , es definido como el dolor que aparece tras una lesión o enfermedad que dañe el sistema somatosensorial a nivel periférico o central. Por su elevada intensidad, cronicidad, capacidad de alterar de forma importante la calidad de vida del paciente y por el alto coste que genera, representa un problema sociosanitario de gran envergadura, que atañe a un grupo importante de población (5-8%)2-4. A esto se le suma la frecuente comorbilidad, en forma de alteraciones del sueño, cansancio o pérdida de concentración, y que puede afectar considerablemente el estado de ánimo, la personalidad y las relaciones familiares y sociales del paciente. Ello, junto a la dificultad en el tratamiento, bien por falta de respuesta analgésica o por mala tolerabilidad a los analgésicos utilizados, complica el cuadro clínico5,6. Diferentes publicaciones refieren además que la mayoría de estos pacientes se encuentran infratratados, lo que aumenta el coste sanitario y la frustración de los profesionales y los pacientes.
El diagnóstico es prioritario para iniciar un adecuado tratamiento, y aunque no sea dificultoso, requiere un mínimo de tiempo y experiencia. La frecuente y florida sintomatología neurológica, expresando tanto sintomatología positiva (parestesias, disestesias, hiperalgesia, alodinia) como negativa (hipoestesia, paresia) del sistema nervioso, tiene que hacer sospechar un cuadro de DN. Hoy en día la disponibilidad de algunos cuestionarios fáciles específicos para dolor neuropático periférico han ayudado en este sentido.
La diversidad de cuadros clínicos que pueden cursar con un componente neuropático, sobre todo a nivel periférico, quedan descritos en la Tabla 19,10. El impacto global del DN, la complejidad del tratamiento en dichos pacientes, junto al nuevo arsenal de medicamentos frente a este dolor, ha generado la necesidad de realizar una Guía de Práctica Clínica (GPC) actualizada de consenso en Atención Primaria, para el manejo analgésico del dolor neuropático, si bien será acotado al dolor neuropático periférico, el más frecuente en la práctica clínica habitual.
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